Las carillas de porcelana son láminas hechas a medida en laboratorio, previa obtención de un molde de la dentadura del paciente. Su colocación requiere tallar las piezas existentes debido al grosor de las láminas, y aunque tienen un coste mayor que el de las carillas de composite, tienen una duración y una resistencia mayores.

Igual que otros tipos de carilla, son utilizadas para corregir el desgaste dental y fracturas menores, así como problemas con la coloración, el tamaño desigual o ligeros defectos de posición de los dientes.

La porcelana es un material duradero y de coloración muy parecida al esmalte dental. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, dada la necesidad de tallar los dientes en los que las carillas serán colocadas. Por ello se realiza bajo anestesia local.

Tienen un grosor que lo hacen necesario, cosa que provoca cierta sensibilidad inmediatamente después de su aplicación, pero que desaparece rápidamente. Para su colocación son necesarias de dos a tres sesiones, según el número de dientes que se deba tratar. En el momento en que se realiza el tallado de las piezas dentales originales, se coloca una carilla o funda provisional con el fin de mantenerlos en buen estado. Así el impacto en la comodidad del paciente es mínimo, y puede llevar una vida normal hasta que reciba las carillas definitivas.

La durabilidad de las carillas de porcelana son una de sus principales ventajas.  Y su color es permanente, de forma que tu sonrisa se mantendrá radiante.